El pobre anciano estaba trabajando en su taller, hasta que irrumpieron con gran estruendo la apacible tranquilidad que rodeaba al señor. El hombre ardió en cólera puesto que todo su trabajo de "blanqueamiento" del ambiente había sido tirado abajo por unos irrespetuosos del silencio. Sopló tan feurte que voló la casa
En una casa abandonada reina la quietud, el sol se pone sobe la madera sin emitir sonido. Durante la noche, un grifo tintineante convierte todo en un infierno, el viento que silba desde la ventana empuja la mecedora metronómicamente.
Un autómata se despierta en su cama y descubrie que está solo en el Universo. Vivió feliz para siempre
¡La última historia es genial!
ResponderEliminarMuy a lo "historias de cronopios y de famas". Me gustó.
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