jueves, 30 de abril de 2009

Usos sociales y andemais


Un hombre entra a una tienda embolsillando sus manos, a paso canzino se acerca al dependiente:
- Buenas tardes
- Buenas tardes
El hombre en el mostrador se queda observando el vaivén de los ojos de su potencial cliente, de las golosinas a los cigarrillos, de los paquetes de yerba a los refrescos, de los accesorios para la cartera de dama a los cuadernos, lapicers y demáses de papelería. Finalmente decide aplicar una técnica de cordialidad típicamente montevideana, levanta la vista en gesto desafiante y vocifera:

- ¿Si?
- emmm, quisiera un Nevada de 20 por favor
- ¿Box?
- si, Box

El dependiente comienza su labor de registrar la vitrina de cigarrillos, la cual está estratégicamente colocada debajo del mostrador, lo que antes era una tarea rutinaria ahora se vuelve toda una aventura, a sus 60 primaveras parece todo un reto agacharse en busca de mercadería. Se pierde debajo de la línea de visión del cliente y reaparece 2 minutos más tarde.

- No me queda Box, solo blando
- En tal caso, deme un blando
- 45 pesos
- tome, aquí está justo, nos vemos, muchas gracias

El hombre emprende la retirada, pero poco antes de llegar a la puerta gira sobre sus talones y retorna al mostrador

- Disculpe, creo que ud me debe algo
- ¿Cómo?
- Si, creo que le dije "muchas gracias"
- Eso dijo si
- ¿y ud. no debería decir "de nada"?
- ¿por qué?
- se trata de un tema de cortesía, sin mi, el cliente, ud se moriría de hambre y yo sin ud. no tendría mis cigarrillos, por lo tanto le agradezco que esté en este lugar y a esta hora para suministrarme mercadería, por lo que, agradezco que se haya dedicado a tan noble profesión, ahora sin mi ud no tendría a quien venderle, es por eso que creo merecer un "de nada"
- Eso es una contradicción. Como bien ud dijo, sin mi, comerciante, no tendría manera de obtener cigarrillos, quiere decir que en la cadena de producción tabaquera soy un eslabón escencial, soy entonces, vital para su existencia, ¿se ha cuestionado que sucedería si no hubiese comerciantes?
- Ciertamente no
- Eso mismo pensé, por ende, no tengo que decirle "de nada" porque sería restarle mérito a mi existencia, y yo soy un persona muy orgullosa! y muy dedicada a mi trabajo, sería una total falta de respeto a mi familia que yo le diga "de nada", de nada nada!, me levanto todos los días a las 6:30, a las 7:30 comienzo a organizar la tienda, es una tarea que requiere dedicación y desempeño, no es en lo absoluto algo banal.
- Supongo que no lo tuve en mi mayor consideración, aún así, por un tema de convivencia social, yo creo que temdría que ser un poco más modesto, yo le he agradecido todo eso que ud. hace, podría reconocer mi agradecimiento con un simple "de nada" o al menos un "que pases bien"
- Eso sería muy hipócrita de mi parte, ciertamente me interesa un bledo su vida...
- Pero sin mi existencia, no tendría ud ningún propósito en esta vida
- Poner esta discusión en esos términos nos llevará a la consabida discusión de "¿que fué primero? el huevo o la gallina?"
- No señor!, sin demandantes no hay oferentes!
- y viceversa!
- siempre van a haber demandantes!
- Mire, no vamos a llegar a ningún lado, lo que yo propongo es un duelo a primera sangre, mañana a las 6
- Salgo del trabajo a las 8
- a las 8 será entonces!
- Bueno, nos veremos mañana a las 8 para arreglar nuestras diferencias como seres civilizados que somos, hasta mañana!
- que pases bien!
- muchas gracias
- de nada...

miércoles, 8 de abril de 2009

Asma mental


Me sucede que seguidas veces mientras batallo contra el insomnio logro organizar una idea. Lo primero que se me ocurre es felicitarme y darme un cálido abrazo por tanta genialidad que se me vuelca en la almohada, entonces me dispongo a calcular fríamente como enebrar semejante deducción en pocas palabras y, a decir verdad, inevitablemente caigo siempre en lo mismo. Que tal conclusión no es en realdiad ni tan relevante para la humanidad ni tan genial como para vanagloriarse y rendirse tributo a uno mismo, apenás llega a ser punto de vista sobre un hecho banal que no amerita ni 5 minutos de atención por parte de cualquier otro, por decirlo de otra manera, un gran montón de mierda acumulada en mi cerebro sin valor real alguno, otra auto trampa para intentar dormir. El problema es que por culpa de esta idea ahora me veo hundido en otra reflexión acerca de la idea anteriormente aludida, lo que más me preocupa es que tal vez esa idea no sea tan mala "per se" y su principal debilidad radique la forma en como la expreso, tal vez, en realidad soy un filósofo brillante y un pésimo escritor por la tanto ¿cual sería el remedio a esta solución?. Lo más cauteloso sería escribirla meticulosamente, plantear mis fundamentos, leer al respecto, cuidar la ortografía exaustivamente, borrar y re borrar lo escrito a modo de que la sintaxis sea exquisita y así, solo así mi excelente idea podría llegar al lector tal cual fue compuesta... claro que nunca terminaría de escribirse, porque cada respuesta abre una nueva interrogante y entre borrada y re borrada terminaría en un océano de incertidumbres, bla bla, etc, etc. Se me ocurrió entonces, escribirla al paso, con la mínima educación necesaria para no asemejarme a una bestia, mientras más precaria sea la forma, más auténtico va a ser el conenido pero claro, al terminar de leerlo todo vuelvo al punto inicial... mi idea es no es tan buena idea y mi reflexión sobre su potencial bien escrito me está empezando a dar dolores de cabeza. Podría decirse que a esa altura de la noche entré en la re reflexión sobre la reflexión, y todo lo que yo quería hacer es dormir, ya es tarde y la rutina no perdona una trasnochada semejante y menos por una idea tan vaga, insignificante y encima imposible de ser traducida en palabras.
Es por eso que ahora me ahorro este mal trago, directamente evito el pecado de pensar por las noches, me duermo con la tele prendida, tomo sedantes o lo que sea, todo por escapar de esas ideas malditas...